La rubia cree en Papá Noel, ¿quién si no iba a traer un cheque de 100 dólares en un reno? Y para agradecérselo, imagínate, ¡lo quiere como una perra de año nuevo! Si yo fuera él, desde luego no diría que no - y por mis dólares, además. ¡Así que se dejó la piel por el importe total! ¡Y el postre en la lengua es gratis!
Las hermanas felices pueden hacer feliz a su hermano adoptivo también. Y todo lo que tienes que hacer es fregar su espalda. Y el hecho de que se haya puesto cachondo y se la haya metido a los dos es sólo un bonito extra. Es un honor para un hermano correrse en las bocas abiertas de sus lujuriosas hermanas.
¡Masha Mashunka! ))))