La rubia estaba preparada en cuanto a seducir a su padre maduro, para que la empujara como es debido, y el consolador, con el que se agitaba allí, le vino muy bien para ello. En general está claro que todo está pensado al detalle, y esto es un gran punto a favor, su padre se la folla muy fuerte después de tales trucos, nada ceremoniosos, sin prestar atención siquiera al hecho de que es su hija.
Dame el número, al menos vamos a follar.