Las hermanas felices pueden hacer feliz a su hermano adoptivo también. Y todo lo que tienes que hacer es fregar su espalda. Y el hecho de que se haya puesto cachondo y se la haya metido a los dos es sólo un bonito extra. Es un honor para un hermano correrse en las bocas abiertas de sus lujuriosas hermanas.
En mi opinión, no es sólo porno, es un bonito rito de iniciación que podría excitar a cualquiera. Personalmente, ya estoy totalmente preparado.